El kelp, un tipo de alga parda que crece en aguas frías y ricas en nutrientes, es conocido por su alto contenido de yodo, un mineral esencial para el funcionamiento adecuado de la glándula tiroides. El yodo es crucial para la producción de hormonas tiroideas, que regulan el metabolismo y la energía del cuerpo. Además de su contenido en yodo, el kelp es una excelente fuente de fibra, lo que favorece la salud digestiva al promover un tránsito intestinal regular y ayudar en la absorción de nutrientes.
El kelp también es rico en antioxidantes, como los carotenoides y los flavonoides, que protegen las células del daño oxidativo y pueden contribuir a la salud cardiovascular. Además, contiene minerales importantes como calcio, magnesio y hierro, que son esenciales para la salud ósea y muscular. Su contenido en ácidos grasos omega-3 también apoya la salud del corazón y la función cerebral.
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